No le dejamos colgado cuando se trata de crear una superficie que brille como un espejo. El proceso es complejo e implica varias etapas para que la superficie de acero inoxidable alcance el llamado brillo de espejo. Tras el esmerilado y el cepillado, la superficie debe refinarse a fondo para pulirla hasta alcanzar el grado de brillo deseado. Se mantienen todas las propiedades del material, incluida la durabilidad de la superficie. El pulido espejo representa el máximo nivel de brillo.